El doctor Pedro Vidal explica cómo la Otoplastía puede mejorar la autoestima de los niños.
Con el año escolar ya en pleno desarrollo, muchos niños sufren bullying de sus compañeros por lo que que muchos consideran un defecto estético: las famosas “orejas aladas”, una condición que puede afectar profundamente la autoestima de los menores.
“Esta condición hace que quienes la padecen sean blanco de burlas y abusos psicológicos”, dice el doctor Pedro Vidal, profesor de cirugía plástica y reconstructiva quien explica que este problema se puede corregir mediante una cirugía reconstructiva que ayuda a atenuar el defecto y así elevar la autoestima de los niños.
El reconocido profesional dice que “si bien son los padres quienes tomarán la decisión de cuándo realizar la cirugía, si es que optan por ella, es importante aclararles que, dado que el pabellón auricular tiene un desarrollo temprano (el 90% de la dimensión de adulto se logra en los primeros años), es factible la corrección temprana de estas malformaciones, ya que son visibles desde que los niños son pequeños”. Por eso, la recomendación es que la reconstrucción se realice antes que la deformidad provoque efectos psicosociales que comienzan cuando los menores entran al colegio o durante la adolescencia.
El Dr Vidal detalla que el procedimiento consiste en plegar de manera correcta el cartílago auricular, solucionando, de esta forma, la deformidad que afecta al pabellón. Sin embargo, enfatiza que “para que la cirugía sea exitosa, se debe hacer un correcto diagnóstico de cuál o cuáles son los problema de la oreja, y probablemente, este paso sea el que requiere más experiencia. Un buen resultado quirúrgico parte por una buena planificación de la cirugía por quienes poseen el entrenamiento adecuado y una basta experiencia para este procedimiento”.
Sobre cuál es la época ideal para realizar este tipo de cirugía, el médico aclara que las otoplastías se llevan a cabo durante todo el año, pero su frecuencia aumenta en los periodos de vacaciones, ya que “durante este tiempo los niños no tienen contacto con sus compañeros por varias semanas y, cuando vuelven, no tienen que dar explicaciones pues ya no tiene parches ni otro elemento posterior a la cirugía”. Independiente de ello, recomienda a la mayoría que se realice la operación durante el año escolar, faltando unos tres días al colegio o universidad y así aprovechan sus vacaciones, tan necesarias para el desarrollo.
Sobre el tiempo de recuperación, generalmente al mes los pacientes pueden volver a sus actividades normales, sin riesgo de movimientos bruscos. Se recomiendan dos meses para volver a practicar deportes de contacto. Entonces si un niño se opera en las vacaciones, cuando vuelve a clases puede desarrollar sus actividades absolutamente normales. Para saber más vea: www.cirugiaplastica.cl