Educación 2020 diagnosticó los 10 absurdos, o verdades inconvenientes, que entrampan a la educación chilena. Para superarlos, la fundación presenta un “Plan Nacional”, que propone que educación deje de estar secuestrada por políticas de gobiernos y se piense como política de Estado. El análisis se presentará a los candidatos presidenciales con propuestas específicas por cada nivel educativo.
Que aunque el mundo cambie no cambien las salas de clases o que Chile sostenga que su sistema universitario es “mixto” cuando en realidad sobre el 70% de la matrícula es privada, son algunos de los 10 absurdos que Educación 2020 diagnosticó para desarrollar su “Plan Nacional: la educación chilena al 2030”, una ambiciosa propuesta de reforma educativa que trascienda gobiernos.
“La gran conclusión es que absolutamente todos los países exitosos en materia educativa lo lograron a partir de acuerdos de largo plazo. En 12 años Chile ha tenido diez ministros de educación y podríamos tener veinte más, pero cero acuerdo. En educación necesitamos una política de Estado y no de gobiernos”, explicó Mario Waissbluth, fundador de Educación 2020, sobre las motivaciones de la organización para lanzar esta propuesta.
Y agregó: “después de años de reformas uno debe preguntarse cuándo se termina o si se necesitan más. El problema de todas las reformas educativas es que implican logros, pero cambia el gobierno y los cambios no trascienden. Eso al final lo sufren las escuelas, que tienen que implementar cambios con contradicciones. Ahí surgen los absurdos”.
OTROS ABSURDOS
El documento “Plan Nacional: la educación chilena al 2030” es el diagnóstico más ambicioso y extenso de Educación 2020 y se nutre de más de ocho años de experiencia teórica y en terreno, de lo que este equipo ha escuchado de profesores o estudiantes en su trabajo directo con escuelas en lugares como Los Ríos o La Araucanía. También de su articulación con gremios y otros actores de la sociedad civil.
Otros absurdos identificados por la fundación son que en diez años se ha cuadriplicado la matrícula de educación superior, pero sólo el 32% de quienes egresan tiene un nivel de comprensión lectora acorde a sus años de estudio. O que no se inyecten más recursos en primera infancia, que es el nivel educativo que genera más retorno.
El análisis completo se compartirá en cinco documentos durante 2017, antes de las elecciones, junto a propuestas técnicas concretas, en temas como institucionalidad, educación inicial, escolar y superior. La entrega de esta semana es la primera y comparte un análisis integral de la educación chilena, además de las líneas de acción más relevantes.
“Este plan nacional es un documento vivo que se presentará a los candidatos presidenciales de todo color político. Queremos influir en la agenda política educativa de los próximos 12 años y que nuestras propuestas se concreten de verdad”, afirmó Waissbluth.
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Revisa aquí los 10 absurdos de la educación chilena
