Alrededor de 360 millones de pesos es el apoyo total que este año entregó el ministerio de Agricultura en Atacama, a través del programa de mejoramientos de suelos degradados que impulsa el SAG e INDAP, beneficiando a más de 220 productores de las provincias de Huasco y Copiapó, parte de los cuales estuvieron presentes en una ceremonia llevada a cabo recientemente en la capital regional en la que se reconoció su participación, encabezada por el gobernador provincial, Manuel Corrales y el Seremi de Agricultura, Patricio Araya Vargas.
Al respecto, Patricio Araya señaló que “para nuestra cartera este programa es un instrumento muy eficaz para la recuperación y mejoramiento productivos de los suelos, a través del aumento de la capacidad de retención de agua, infiltración, aireación del suelo, entre otros, lo que mejora el desarrollo de los cultivos”.
En tanto, Mei Maggi, directora regional (s) del SAG, destacó que a través del certamen esta temporada pudo entregarse un apoyo cercano a los 120 millones de pesos, mejorando más de 450 hectáreas, en su mayoría dedicadas al cultivo de uva pisquera y de mesa, olivos, ganadería y hortalizas. “El concurso está abierto todos los años a los productores, pudiéndose postular con el apoyo de un operador acreditado ante el SAG, quien junto al productor determina técnicamente las necesidades de los suelos a mejorar, contribuyendo a la sustentabilidad de un recurso finito en su fertilidad”, expresó la autoridad.
Por su parte, INDAP repartió un monto total de 238 millones de pesos, en apoyo de 450 pequeños agricultores, a cargo de cerca de 236 hectáreas.
El agricultor Víctor Silva, del sector Nantoco, dedicado a producción de uva pisquera, fue beneficiado con la aplicación de guano de cabra y compost, un aspecto fundamental mejorar la fertilidad del suelo. “En las quebradas sobre todo nos permite tener el suelo con un poco más de humedad… Todos los años participamos como sociedad familiar”, señaló, agregando que su actividad le ha permitido sacar adelante a su familia.
Por su parte, Rodrigo Moreno Piazzoli, olivicultor de la zona de San Pedro y Margarita, el apoyo del concurso le permitió aplicar guano de cabra a la tierra y pasar el arado cincel. Señaló que el abono “le hace muy bien a los suelos porque allá los suelos tienen muy poca materia orgánica, al aplicarlo el árbol responde muy bien porque tiene comida, se pone verdecito, el brote es mucho más grande y hay mejor producción”. Su rubro es la aceituna de mesa y el aceite, productos que comercializa mayormente en el mercado de la zona central.
Otras de las prácticas comúnmente financiadas por el programa son la siembra de alfalfa, rotación de cultivos (quinoa-avena), incorporación de abono verde y cortinas cortaviento de árboles.
