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Masvida pagó a directores del grupo y empresas relacionadas con liberación de garantías

Entre mayo de 2016 y enero de este año la Superintendencia de Salud liberó $ 87 mil millones por concepto de garantías a Isapre Masvida, para pagarle a proveedores y prestadores. Radio Bío Bío accedió al detalle de los pagos realizados por la gestora, detectando transferencias a miembros del directorio de la isapre y del holding que habían hecho prestaciones como médicos. También se identificaron pagos a empresas relacionadas y que el proveedor que recibió más recursos fue farmacias Cruz Verde: más de $ 13 mil millones.

La delicada situación financiera que venía arrastrando Isapre Masvida impulsó al directorio y a la plana ejecutiva a solicitar al superintendente de Salud, Sebastián Pavlovic, por medio de diversas reuniones realizadas desde mayo de 2016 a enero de este año, que les liberara más de $ 111 mil millones por concepto de garantías. Estos recursos serían utilizados por la gestora de salud privada para pagarle a proveedores y prestadores, entre otros, con el fin de hacer frente a su complejo escenario que mantiene en vilo a casi 500.000 afiliados.

Tras un análisis de los proveedores, la Superintendencia autorizó la liberación de garantías por poco más de $ 87 mil millones. Radio Bío Bío accedió a los documentos que detallan los pagos efectuados por Masvida con esos recursos, detectando que parte de ellos se destinaron a miembros del directorio de la isapre y del holding y a empresas relacionadas. También identificó que el proveedor que recibió el mayor monto fue la cadena de farmacias Cruz Verde, de la cual uno de sus principales accionistas es el grupo Harding, que actualmente mantiene sobre la mesa una oferta para adquirir seis clínicas y tres centros ambulatorios del grupo Masvida.

Para el superintendente de Salud, Sebastián Pavlovic, estas transacciones revelan un conflicto de interés al interior del grupo, pues al mismo tiempo que los doctores eran accionistas y ocupaban cargos en los directorios de la isapre y el holding, realizaban prestaciones como médicos. “Claramente hay un conflicto de interés eventual entre el rol de accionista, director y a la vez prestador”, dice Pavlovic. “Aquello debería ser resuelto con una revisión del marco regulatorio”, agrega.

Los antecedentes sobre los pagos de Masvida se conocen en un día clave para la isapre, pues hoy se celebra una junta de accionistas que debe votar la propuesta que le presentó el viernes Nexus al interventor Robert Rivas. Dicha propuesta considera, entre otros, el pago de $ 35 mil millones a cambio de la compra de la cartera de afiliados de Masvida, además de cuentas por cobrar a afiliados y cuentas por cobrar a empresas relacionadas.

Los pagos

Uno de los directivos del grupo que recibió recursos en este proceso fue Ricardo Burmeister Campos, médico cirujano que participó de la fundación de la isapre en 1987 y que hasta antes de la intervención estatal iniciada en marzo pasado se desempeñaba como director tanto en la gestora de salud como en Empresas Masvida, la matriz. Pero los pagos no fueron dirigidos solo a él, sino que también beneficiaron a su familia. En total, Burmeister Campos y sus familiares recibieron poco más de $ 27 millones por diversas transferencias.

Además de Burmeister Campos, otro exdirector de la isapre y del holding que se vio beneficiado con la liberación de garantías fue el médico Eduardo Mordojovich Soto. La gestora de salud realizó pagos por un total de $ 2,8 millones a la sociedad Dr. Eduardo Mordojovich y Compañía.

¿Por qué la Superintendencia de Salud autorizó pagos para Burmeister y Mordojovich, que también beneficiaron a sus familiares? El superintendente explica que “con el fin de dar continuidad a los servicios de todos los beneficiarios se recogieron listados de todos los médicos prestadores que tenían bonos pendientes de pagos y algunas sociedades médicas, pues a veces los médicos atienden a través de estas empresas. Y entre esos listados estaban Burmeister y Mordojovich, por lo que también recibieron pagos por este concepto”. Además, afirma que no se les dio ningún trato preferente para efectuar las transferencias.

Según Pavlovic, “en esta isapre se daban este tipo de situaciones. Probablemente este haya sido uno de los problemas de la gestora, que algunos de los accionistas ocupaban cargos en el directorio, pero a la misma vez eran beneficiarios de la isapre como afiliados. Y en su rol de accionistas, muchos de ellos también de forma privada ejercen su profesión de médicos y, al mismo tiempo, eran prestadores de la isapre”.

Agustín Adana es uno de los médicos que presta servicios a afiliados de la red Masvida que no han recibido los recursos que les adeuda la gestora debido a la crisis que está viviendo. Acusa que la gestora le debe un poco más de $ 6 millones desde el año pasado. “Es escandaloso que la isapre haya pagado las prestaciones realizadas a directores de la misma empresa y haya excluido de ese proceso a otros médicos,”, reclama Adana.

Radio Bío Bío contactó a Eduardo Mordojovich y a Ricardo Burmeister Campos para tener su versión sobre estos hechos. Mordojovich prefirió no dar declaraciones. En tanto, Burmeister señaló que “la isapre realizó estos pagos a un conjunto de médicos a los que les debía por prestaciones médicas, entre los cuales estaba yo y mi hijo. No tiene nada de irregular. Es más, yo ni siquiera hice alguna solicitud especial para recibir estos recursos”. Además, remarca que “no veo ningún conflicto de interés en este asunto. Desde hace dos décadas que algunos directores y ejecutivos de la isapre y del grupo que somos médicos, prestamos atenciones a los afiliados de Masvida, servicios por lo que nos cancelan los recursos correspondientes”.

Empresas relacionadas

En los diversos documentos revisados por Radio Bío Bío también se encuentran pagos a empresas relacionadas, efectuados entre mayo de 2016 y enero de este año, los que ascienden a casi $ 2 mil millones. Entre las firmas ligadas a la isapre, la que recibió mayores recursos fue Clínica Las Lilas, filial de MV Clinical: $ 806 millones. Lo anterior, a través de una transferencia realizada en mayo del año pasado.

Pese a recibir estos recursos, la clínica no pudo sanear la grave situación financiera que enfrenta debido al fraude que habrían cometido el exgerente general de compañía, Víctor Estrada, junto a otros altos ejecutivos de confianza a través de tres sociedades de papel. La querella que presentó la empresa el año pasado contra Estrada y los otros ejecutivos detalla que este fraude habría ocasionado un daño patrimonial superior a los $ 2 mil millones.

A ello se suma que durante 2017 dos empresas han presentado dos solicitudes de quiebra contra la clínica: Tanner Servicios Financieros, que reclama una deuda de $ 800 millones, y Compañía Servicios Limitada, que exige el pago de acreencias por $ 340 millones.

Otras compañías pertenecientes al holding (que se ha desarrollado en torno a la gestora de salud) y que recibieron pagos, son Redgesam, Clínica Isamédica, Clínica Chillán, Clínica Los Andes de Puerto Montt, Clínica Magallanes, MV Dental Bío Bío, MV Dental Puerto Montt y MV Dental Araucanía.

Sobre estas transferencias, el superintendente Pavlovic argumenta que “en las liberaciones de garantía de septiembre y noviembre de 2016 no se autorizaron pagos a empresas relacionadas, porque estaba vigente la restricción que habíamos puesto en agosto. Y después, en diciembre y enero se autorizaron pagos a empresas relacionadas en las cuales el holding no era el controlador, es decir, tenía una participación minoritaria, y además eran prestadores a los cuales se les habían cortado los flujos por prestaciones efectivamente otorgadas y reclamaban que ellos no tenían responsabilidades en la situación que vivía la isapre”.

Añade que “de este modo, se liberaron montos porcentualmente menores para pagarles a esas empresas relacionadas, usando como criterio que además de que el holding no tuviera control, las deudas fueron superiores a tres meses. También se tomó en cuenta que eran prestadores de la red, es decir, atendían a los beneficiarios de la isapre y no queríamos que se arruinara la situación de ellos”.

Otros prestadores que se vieron beneficiados con las liberaciones de garantías fueron la Clínica Alemana, el Instituto Nacional del Tórax, la Clínica Santa María, el Hospital Clínico de la Universidad Católica, el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, Integramédica, Megasalud y Vida Integra.

El mayor proveedor

Otros movimientos que llaman la atención en la serie de transferencias realizadas por Isapre Masvida están los pagos efectuados a la cadena de farmacias Cruz Verde, perteneciente al grupo Socofar. Dentro de las múltiples operaciones realizadas entre mayo de 2016 y enero de este año, Radio Bío Bío pudo identificar traspasos por $ 13.587 millones a Cruz Verde, lo que la convierte en el proveedor que recibió los mayores recursos por la liberación de garantías. En efecto, dicho monto equivale al 15% de todos los pagos realizados.

A eso se suman pagos a Oncovida, firma que también es controlada por el grupo Socofar. Este centro de quimioterapia ambulatoria recibió transferencias por $ 1.161 millones. De esta forma, las empresas ligadas a Socofar recibieron $ 14.748 millones.

Estas altas cifras han levantado sospechas en algunas fuentes del sector. Uno de los hechos que ha generado ruido tiene que ver con uno de los accionistas de Socofar, el mayor receptor de pagos realizados por Isapre Masvida con la liberación de garantías. Este grupo es controlado en un 60% por la mexicana Femsa y en 40% por el grupo nacional Harding.

Este último es liderado por Guillermo Harding, quien a través de ICC Farma presentó una oferta para adquirir seis clínicas y tres centros ambulatorios del grupo Masvida, la que está siendo analizada por el directorio de Empresas Masvida.

Pavlovic explica que Cruz Verde fue el mayor beneficiario de las liberaciones de garantías “básicamente porque es una cadena que tenía un convenio vigente con la isapre para efectos de la dispensación de los medicamentos GES y el uso de los excedentes a través de la farmacia, donde se da que un 90% se usa en farmacias y/o acceso a medicamentos. Por lo tanto, nos parecía importante no arriesgar esa posibilidad de atención de los afiliados”.

Desde empresas Harding, en tanto, señalan que “en el año 2015 Guillermo Harding vendió el 60 % de la cadena de Farmacias Cruz Verde al Grupo mexicano FEMSA. En su oportunidad la venta se dio a conocer de manera extensa por publicaciones de medios de comunicación chilenos y mexicanos”. Producto de la venta, que se transó en casi US$ 1.000 millones, agregan, “el family office del ex controlador de Farmacias Cruz Verde posee un importante patrimonio propio que le permite, de llegar a concretarse, sostener la oferta hecha a Empresas Masvida por su red de clínicas sin necesidad de recurrir a terceros”.

Fuente: BioBioChile

http://www.biobiochile.cl/noticias/nacional/chile/2017/04/17/masvida-pago-a-directores-del-grupo-y-empresas-relacionadas-con-liberacion-de-garantias.shtml

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