Sólo 3 de las 81 indicaciones a la ley 20.000 fueron votadas ayer en la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados. Una de ellas fue la que ha generado gran revuelo y rechazo de la sociedad civil, la presentada por los diputados Gabriel Silber, Miguel Ángel Alvarado, Daniel Farcas, y Sergio Espejo, quienes pretendían prohibir el autocultivo de cannabis, idea que finalmente fue rechazada.
Ante este hecho, la Directora Ejecutiva de Fundación Daya, Ana María Gazmuri, sostuvo que “afortunadamente, el corazón del proyecto, que es que los ciudadanos puedan ejercer el derecho a autocultivo en sus hogares, fue resguardado, por lo que estamos contentos en ese sentido”.
Además, la representante valoró el rechazo a la propuesta que indicaba que sería el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) quien debía autorizar los cultivos. “Tenemos claro que el SAG autoriza cultivos con dimensiones agrícolas y no domiciliarios, y es un absurdo que el ejercicio de un derecho tenga que ser autorizado; es una contradicción en sí misma”, indicó.
Otro punto que valoró Fundación Daya fue el rechazo al inciso que prohíbe la elaboración de preparados medicinales a partir del cannabis. “Evidentemente, es un despropósito absoluto, particularmente para usuarios medicinales”, sostuvo Gazmuri.
A pesar de las valoraciones, Gazmuri mostró su preocupación por haber votado sólo tres de las 81 indicaciones y acusó a ciertos parlamentarios de tener “una clara intención de ir dilatando el proceso, particularmente los parlamentarios que se oponen a este proyecto; se nota una intención de hacer este proceso más lento”.
Además, la representante indicó que “nos preocupa el clima de la discusión, las argumentaciones que estamos escuchando, que de verdad denotan desconocimiento en ciertos parlamentarios, poca información de la realidad de la experiencia concreta de los usuarios medicinales, y por supuesto que preocupa porque son parlamentarios que deben llevar adelante esta discusión”.
Finalmente, Gazmuri valoró la postura del Ejecutivo, particularmente lo sostenido por el Subsecretario Mahmud Aleuy, quien dijo con claridad que el Estado chileno tiene como foco perseguir el tráfico y todo lo vinculado a él, ya que en Chile el problema es el tráfico y no el consumo, por lo que no hay interés en perseguir a los consumidores, sino respetarlos.
“Me parece una declaración de principios alineada con lo que dijo la presidenta Bachelet al principio de su administración y, hay que reconocerlo, totalmente opuesto a lo que predica el Director Nacional del Senda, Mariano Montenegro, que dice que el problema es el consumo y no el tráfico”, comentó la Directora Ejecutiva de Daya. “Nos gusta que el Ejecutivo haya tomado esta postura y que acepte este espacio de presunción de derecho para el autocultivo, aunque las cantidades que proponen son totalmente insuficientes”, puntualizó.
La representante adelantó que en las 78 indicaciones que quedan por votar, aún falta el límite de plantas para autocultivar, lo que sin duda será uno de los puntos álgidos de este proceso.
