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El fuerte impasse de Piñera en Ecuador: Correa lo acusó de “grosero”

logitoEx Presidente estuvo en ese país la semana pasada, donde participó en foro con candidato opositor y criticó al actual gobierno. Mandatario ecuatoriano acusó “desconsideración” y “grosería”. Cancillería chilena tomó distancia del episodio.

El pasado 13 de septiembre, el ex Presidente Sebastián Piñera llegó a Guayaquil, en Ecuador, para exponer en el foro “Generación de empleo, un motor para el desarrollo. Desafíos de América Latina”, organizado por la Fundación Ecuador Libre.

El centro de pensamiento fue fundado por Guillermo Lasso, empresario ecuatoriano, opositor al gobierno de Rafael Correa, que en febrero próximocompetirá en la elección presidencial -a la que no podría repostular el actual Mandatario- y quien invitó a Piñera a intervenir en el panel sobre empleo.

La visita de Piñera a Ecuador terminó generando un fuerte impasse entre el ex Presidente chileno y el propio Correa, quien cuestionó con dureza varios dichos de Piñera en su país.

“Ecuador, para reencontrarse con su destino, con su futuro, de libertades, de solidaridad, de oportunidades, tiene que hacer un cambio muy profundo. Ese socialismo del siglo XXI parte de una idea equivocada: pensar que el Estado es el gran protagonista, el gran creador de riquezas”, fue una de las frases de Piñera ante el panel convocado por Lasso.

“Llegó el tiempo de que Ecuador se ponga de pie y se encuentre con su destino”, agregó el ex Mandatario chileno.

El ex Presidente profundizaría luego su diagnóstico en una conferencia de prensa junto al candidato opositor, en la que agregó: “yo creo que la doctrina del socialismo del siglo XXI, la doctrina de los países del ALBA no permite avanzar en la dirección correcta (…) las políticas del socialismo del siglo XXI no conducen sino al estancamiento”.

En una crítica directa, Piñera agregó que “el hecho de que en Ecuador el 60% de los trabajos sea informal en el fondo es un fracaso del Estado. Es el Estado el que no ha sido capaz de crear las condiciones para que ese 60% de los trabajadores se incorpore a la economía formal”.

Correa responde: “le hicimos un paseo” al gobierno de Piñera

La respuesta de Correa no tardaría en llegar. El sábado 17, durante su tradicional sabatina -largas intervenciones públicas que el Presidente realiza cada fin de semana para tocar temas de contingencia- Correa dedicó casi 14 minutos a cuestionar las declaraciones del ex gobernante chileno, acusando incluso “desconsideración” y “grosería” por parte de Piñera.

“Esto es otra cosa que me entristece a mí (…) Guillermo Lasso está llamando a la gallada, porque trajo al (ex) Presidente Sebastián Piñera. Yo ejercí la presidencia con Sebastián, éramos muy cercanos, sobre todo en el conflicto (de Chile) con el Perú en La Haya. Me invitó a su casa en Santiago, me invitó a su casa en un lago en una casa lindísima, me invitó a visitar la Antártica (…) Entonces, uno en estas cosas debe tener mucho respeto. Si a mí me llamara Michelle Bacheletpara comentar sobre el gobierno de Sebastián Piñera, por más que ideológicamente no coincido con él, jamás voy a aceptar y jamás me voy a referir a su gobierno porque estuvimos en el ejercicio de la Presidencia juntos. Lastimosamente, aparentemente, de acuerdo a lo que dicen los medios, no ha tenido la misma consideración Sebastián Piñera”, dijo Correa. 

En ese contexto agregó que había una “desconsideración” por parte de Piñera y que él “no haría algo así”. “Lo estimo mucho pero ha creo que ha cometido un error grave, una grosería hacia el gobierno nacional”. “Por hacerle el favor a un amigo de derecha… Esas cosas no se hacen”, indicó el gobernante quiteño.

Durante su intervención Correa también mostró gráficos comparativos con cifras de empleo en su gobierno y en el de la administración del ex Presidente chileno, asegurando: “nuestros indicadores son mejores que los de Chile durante la presidencia de Sebastián Piñera. Él no quiere llamarse neoliberal pero fue el neobileralismo…¿Cuál es el modelo fracasado según las cifras? Si le hemos hecho un paseo como socialismo del buen vivir a los indicadores que tuvo durante su período”.

Distancia de la Cancillería chilena

En el gobierno chileno aseguran que la visita de Piñera a Ecuador fue comunicada con antelación por el ex Presidente a la embajada de Chile en dicho país, que lidera el ex diputado Gabriel Ascencio. El entorno del ex Mandatario incluso entregó previamente detalles de sus actividades, horarios y de los escoltas que lo acompañaron.

La embajada, con sede en Quito, resolvió designar al cónsul de Chile en Guayaquil, Rodrigo Hume, para recibir a Piñera y ponerse a su disposición.

Con todo, en representación del embajador, el cónsul no participó de la conferencia de Piñera en la fundación de Lasso, por tratarse de una actividad “política” y para evitar así complicaciones con el gobierno de Correa.

En la Cancillería chilena señalaron haber recibidos mensajes desde el gobierno de Correa, comentando la “fuerte” molestia del Mandatario ecuatoriano. En todo caso, aseguran las mismas fuentes, no se responsabilizó a la administración de Bachelet por el impasse.

Relación compleja

Mientras ambos coincidieron como Mandatarios, la relación entre Piñera y Correa fue de altos y bajos y estuvo marcada por el fuerte lobby que realizó Santiago para obtener un respaldo de Quito ante la demanda peruana por el límite marítimo en La Haya. Y también por el acuerdo de último minuto que el mandatario ecuatoriano realizó con su par peruano, Alan García, a espaldas de Piñera.

En principio, Piñera buscó estrechar sus nexos con Correa: uno de los hitos en la relación fue una visita a la Antártica a la que aludió Correa, y que realizaron en febrero de 2011.

Previo al viaje al continente blanco, Piñera invitó a Correa a su residencia de veraneo en Bahía Coique (Región de Los Ríos). Durante la estadía del Mandatario ecuatoriano ambos navegaron por el Lago Ranco, realizaron cabalgatas e incluso sellaron una velada improvisando algunas tonadas en guitarra.

El objetivo: que Correa interviniera directamente en el juicio en La Haya, respaldando la postura chilena.

Piñera había realizado gestos a Correa apenas había llegado al poder. En septiembre de 2010, pese a las diferencias ideológicas entre ambos,el mandatario chileno fue el primer Presidente en trasladarse a Quito tras un intento de golpe de Estado.

Sin embargo, en la recta final de la relación -y del juicio ante la corte internacional- Correa y el peruano Alan García sellaron un acuerdo en que Lima reconocía el límite marítimo con Ecuador, anulando la posibilidad de que Quito respaldara a Chile en La Haya.

En las semanas previas, la Cancillería chilena había realizado intensas consultas a Quito para conocer el tenor de la negociación -en esos momentos reservada- que llevaba Correa con Lima. Sin embargo, Ecuador no dio explicaciones.

Para varios diplomáticos chilenos, el gobierno de Correa fue clave en el giro ecuatoriano: de aliado histórico de Chile ante Perú -como tercer firmante de los Tratados de 1952 y 1954- a un país que privilegió (enntendiblemente, agregan algunos) sus propios intereses.

Fuente: T13.

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