Sesenta balones de fútbol e igual cantidad de bolsas con confites y juguetes, hizo entrega Minera Kinross a la Escuela de Fútbol, Social y Deportiva Los Volcanes de la ciudad de Copiapó, todo esto con ocasión de festejarse el Día del Niño.
Los regalos fueron recibidos por los felices niños y niñas que cobija la mencionada entidad que está a cargo de Andrés Escobar Velásquez, Pablo Castillo Guaita y Andrés Escobar Velásquez, los dos primeros, jóvenes que llegaron al fútbol profesional; mientras que el tercero, es estudiante universitario. Ellos explicaron que los menores son en su mayoría de bajos recursos económicos y que la mencionada Escuela les ha permitido desarrollar sus habilidades deportivas e inculcar disciplina, no sólo futbolísticamente, sino además estudiantil: “Cuando uno de ellos baja sus rendimiento escolar, inmediatamente lo sometemos a nivelación con profesores”.
Esta escuela tiene inscrito a alrededor de 60 menores en tres categorías, de 4 a 6 años; de 7 a 8 años y de 9 a 10 años.
La entrega de los balones, bolsas con dulces y juguetes, se hizo durante una completada que fue preparada por los padres y madres de los menores. Ellos participan con entusiasmo y realizan actividades sociales para contar con recursos económicos que le permiten comprar vestimentas y útiles deportivos y, además, financiar algunos campeonatos de fútbol donde los pequeños participan.
“Tenemos sicólogo, kinesiólogo, trabajadora social, enfermera, psicopedagogo y técnicos deportivos quienes cumplen una labor profesional absolutamente gratuita. Ninguno de ellos cobra un centavo y eso es digno de destacar”, dijeron los líderes de la escuela deportiva.
Finalmente, expresaron los agradecimientos a Kinross, señalando que el contacto lo hicieron primeramente con Danisa Carrizo, de la Gerencia de Responsabilidad Corporativa. “Al conocer nuestra petición por el Día del Niño, inmediatamente respaldaron nuestro proyecto y de paso querer estar junto a ellos: “Queremos agradecer a Kinross por permitirnos hacer reír y entregar felicidad a través de esta importante donación, a tantos niños y niñas de nuestra escuela. Creo que si otras mineras tuvieran igual disposición como la demostrada por ellos; muchos otros pequeños de Copiapó estuviesen practicando deporte. La entrega de un balón a cada uno de ellos, nos permite que sigan soñando en que algún día podrán ser profesionales, pero particularmente ser hombres y mujeres de bien a través del deporte”, concluyeron.
